Si usas pestañas postizas reutilizables, es importante saber cómo cuidarlas para que duren más y se mantengan en buen estado. Muchas veces las personas las tiran después de uno o dos usos, pero con una buena limpieza y almacenamiento, pueden durar varios usos sin problema.
Lo primero que debes hacer es quitarlas con cuidado. Evita jalarlas bruscamente. Lo ideal es tomar la pestaña desde una esquina y levantarla con suavidad. Si sientes que está demasiado pegado, puedes usar un poco de removedor en la base para aflojar el pegamento.
Después de retirarlas, limpia bien la tira. A veces quedan restos de pegamento que se pueden quitar con los dedos o con una pinza, con mucho cuidado de no arrancar los pelitos. Si usaste rímel o se ensuciaron con maquillaje, puedes pasarles un hisopo con desmaquillante sin aceite para limpiarlas. Nunca las mojes por completo ni las frotes fuerte, ya que pueden deformarse.
Una vez limpias, lo mejor es dejarlas secar al aire unos minutos. Luego, guárdalas en su caja original. Esa cajita no solo las protege del polvo, sino que también ayuda a que mantengan su forma. Si ya no tienes la caja, puedes usar un estuche pequeño limpio o incluso una cajita de lentes de contacto, siempre que esté seca y cerrada.
Es importante no dejarlas tiradas en cualquier parte, mucho menos en lugares húmedos como el baño. La humedad puede dañar las fibras o hacer que acumulen bacterias. Guardarlas en un lugar seco y limpio es la mejor forma de mantenerlas en buenas condiciones.
También es recomendable que las pestañas sean de uso personal. Aunque parezca inofensivo compartirlas, hacerlo puede causar irritaciones o infecciones en los ojos.
Con estos cuidados básicos, tus pestañas postizas te durarán mucho más y seguirán luciendo como nuevas. Además, al cuidarlas bien, también estás ahorrando dinero y evitando tener que reemplazarlas tan seguido. Un pequeño esfuerzo después de cada uso puede hacer una gran diferencia.